Perder un objeto valioso siempre a sido un tema muy delicado, porque a pesar que lo desees con todas tus fuerzas encontrarlo puede llegar a ser muy complicado. Seguir con tu vida así por así es una tarea algo difícil cuando se trata de un objeto muy preciado. Sin embargo, con un poco de suerte, puede que lo encuentres.
¡Esta es de estas historias! Muy extraño fue, cuando los buzos de una universidad canadiense, encontraron una cámara que se había perdido, ya hace muchos años, por lo que podrían observar en dicho objeto. Las posibilidades de que la cámara siguiera funcionando era mínima. Pero nada más lejos que la realidad.
Pudieron ver los archivos de la cámara y encontrar algunas fotografías.
Fue en el año 2015, cuando este equipo de buceo, del Departamento de Ecología Marina de la Universidad Simon Fraser, en Columbia Británica, Canadá, se preparaban para hacer una de sus inmersiones en aguas profundas.
Lo que no esperaron es encontrar una cámara, lo cual les cambiaría el rumbo de su desenlace de su inmersión.
Bamfield, se encuentra al oeste de Canadá. En la costa de este remoto pueblo, los pescadores y estudiantes pueden disfrutar de la vida submarina. Además de ser un lugar hermoso para hacer esto, el irregular fondo del océano también contiene hermosos arrecifes y varios naufragios. Esto hace que el lugar sea demasiado especial.
Thomas, de 29 años de edad, y Lilly Ann, de 25 años. Ya tienen experiencia en llevar a personas de expediciones, lo cual los convertía en el dúo perfecto. Tenían un grupo de seis personas, lo cual haría el buceo mucho más interesante.
Los buceos de ese lugar, son famosos ya que tienen distintas variedades, donde podías encontrar estrellas de mar, anémonas, pepinos de mar, esponjas y varios durante esta misión. Incluso podrían toparse con algún pulpo o pez ángel.
El buzo experimentado hizo una señal a un su compañero, nadaron juntos al lugar y encontraron una cosa vieja oxidada. Daba forma de ser una vieja cámara. Seguramente a alguien se le cayó y la encontraron ahí años después.
Una vez encontraron la cámara, decidieron probarla, aunque sabían que las posibilidades de que funcionara eran casi ninguna. Este hallazgo dejo a todo el equipo con una gran curiosidad.
Mientras examinaban la cámara, encontraron una memoria, de 8 gigabytes, que parecía intacta.
Dejaron secar la cámara con el sol brillante. Tenían la esperanza de encontrar fotografías antiguas en la memoria, por lo que la cámara estaba muy arruinada por el tiempo y el agua.
Las imágenes
Estas parecían que contenían un gran valor para su antiguo dueño. Había fotografías de las cenizas de una persona fallecida, que se esparcen sobre el agua. Al equipo le resultaba difícil ver estas fotografías. Notaron como esta cámara tenia un valor emocional para la persona que la perdió.
La memoria de esta cámara resulto ser muy buena. La fecha de las fotografías era un 30 de julio de 2012, lo que significa que la cámara estuvo bajo del agua por casi tres años. ¡Era un milagro que la tarjeta de memoria aun funcionara luego de tanto tiempo! Como la última fotografía era un grupo de 10 personas. Pensaron los buzos que sería mucho más fácil encontrar al legítimo dueño y entregarle sus fotografías que sin duda tenían un gran valor sentimental para él.
Lilly Ann, decidió publicar la fotografía en redes sociales, pero sin respuesta alguna, entonces imprimió la foto grupal y ponerla en un poster de anuncios en la casa del pueblo de Bamfield.
De Pronto una persona afirmó conocer a un hombre de la foto, se llamaba Paul Burgoyne. Sin embargo luego de que se tomaron algunas fotos, este hombre sufrió un accidente en un bote, y su embarcación se hundió en el fondo del mar. La señora afirmó que Paul había sobrevivido, pero no lo había vuelto a ver.
Encontraron al legitimo dueño de la cámara, Lilly viajo a su residencia y le comento el como habia encontrado esa cámara. Paull afirmó que constantemente iba a bucear a ese lugar para encontrar su cámara. Lo cual agradeció el hermoso gesto que hizo esta chica y al final si encontró sus fotos del recuerdo.
