El sistema linfático es de vital importancia para la reparación de los tejidos y el control de la inflamación la mayoría de los órganos de tu cuerpo.
Al obstruirse el drenaje del sistema linfático, se deteriora el sistema inmunitario e incluso se pueden producir tumores en los ganglios linfáticos. Por lo tanto el cuidado de este sistema, es fundamental para mantenerte saludable.
A diario te expones a más de 82.000 toxinas diferentes las cuales deben pasar por el proceso de desintoxicación. En caso contrario tus órganos se sobrecargan con la acumulación de estas toxinas, lo que deteriora lentamente tu estado de salud en general.
Precisamente para prevenir este escenario, el sistema linfático se encarga de limpiar el líquido que rodea las células de tu cuerpo eliminando las impurezas y los productos de desechos.
Por lo tanto, un sistema linfático deteriorado, propicia la aparición de diversas enfermedades y problemas en tu salud. Entre ellos se encuentran: la fibromialgia, esclerosis múltiple, síndrome de fatiga crónica, obesidad, dolores y molestias, hinchazón y problemas con la digestión.
Métodos naturales para limpiar tu sistema linfático
Bebe suficiente agua
El agua es tu mejor aliado para hidratar y mantener tu cuerpo limpio internamente, especialmente cuando se trata del flujo del fluido linfático.
Agregar verduras y frutas crudas a tu dieta
Las verduras son una fuente vital de vitaminas C y B. Además tanto las frutas como las verduras poseen enzimas que ayudan a limpiar tu sistema linfático. Te recomendamos beber zumo de arándanos sin azúcar, para emulsionar la grasa acumulada.
Evita las grasas y comidas procesadas
Cuídate de los alimentos con alto contenido en grasas, los productos animales y las comidas procesadas con conservantes artificiales, saborizantes y colorantes. Mejor incorpora nueces crudas, cereales y aguacate para obtener los ácidos grasos naturales que requiere tu organismo.
Hierbas
Un método natural y fácil de llevar a cabo la limpieza del sistema linfático consiste en beber hierbas limpiadoras solas, en té o como tintura. Entre las hierbas más recomendadas se encuentran el astrágalo, el clavo, la equinácea, el sello de oro, la fitolaca y la índigo salvaje, para preparar estas hierbas solo debes añadir una cucharadita de hierba picada en una taza caliente, tapar con un plato por 10 minutos y luego beber (Puedes tomar esta infusión de 2 a 3 veces al día).