Los arándanos (generalmente en forma de jugo) se utilizaron para la prevención de infecciones del tracto urinario (ITU). Los arándanos contienen una sustancia que puede evitar que las bacterias se adhieran a las paredes de la vejiga. Esto puede ayudar a prevenir la vejiga y otras infecciones del tracto urinario.
Esta revisión identificó 24 estudios (4473 participantes) que compararon productos de arándano con tratamientos de control o alternativos. Hubo una ligera tendencia a menos infecciones urinarias en las personas que tomaron el producto de arándano en comparación con el placebo o ningún tratamiento, pero este no fue un resultado significativo.
Muchos participantes del ensayo dejaron de beber el jugo, lo que sugiere que puede no ser una intervención aceptable. El jugo de arándano no parece tener un beneficio significativo en la prevención de la IU y el consumo a largo plazo puede ser inaceptable. Los productos de arándano (como tabletas o cápsulas) también fueron ineficaces (aunque tenían el mismo efecto que tomar antibióticos), posiblemente debido a la falta de potencia del ‘ingrediente activo'».
Los arándanos han sido parte de la dieta de los pueblos del Ártico y las tribus nativas americanas durante milenios gracias a la larga lista de beneficios para la salud. Estos frutos rojos o azules (según la variedad), así como en la gastronomía o en la alimentación diaria. Son muy utilizados en fitoterapia, es decir, para prevenir, curar o aliviar síntomas o enfermedades.
INGREDIENTES:
-3 cucharadas de copos de avena instantáneos o copos de avena molida
- azúcar al gusto
- 1 taza de leche de vaca o 200 ml de leche vegetal, según tu preferencia
- 100 gramos de arándanos frescos o congelados
- helado al gusto/opcional
- Canela en polvo al gusto
Son frutas del bosque con un contenido en azúcar muy bajo y muy ricas en antioxidantes y vitaminas.
“100 gramos de la parte comestible de los arándanos tiene solo 48 Kcal, el 83% de su peso es agua, contiene 0,6 g de proteína, 3 g de fibra y 11,3 g de hidratos de carbono”, explica la nutricionista Marta Sanz.
Antes de realizar cualquier receta vista en internet, consulte a su médico.