Joe Fills, estaba caminando una tarde normal, en la plaza de su ciudad, cuando de repente encuentra una billetera tirada en medio de la plaza, él inmediatamente la recoge y busca a su dueño. Quedándose un rato en el lugar, esperando que alguna persona desesperada regrese a buscarla, y él dársela inmediatamente, pero eso nunca pasó.
Lo que no sabía era que algo muy horrible le estaba por pasar.
Joel, luego de estar media hora en el lugar, decide irse a su casa, ya que tenía algunos pendientes que realizar, pero con la esperanza de encontrar alguna identificación para regresar la billetera a su dueño.
Sospechosamente no tenía ninguna identificación dentro. Pero si tenía una buena cantidad de dinero y una tarjeta de crédito. Hasta que en uno de los compartimentos de la billetera encuentra algo que lo deja pasmado.
Con un lapicero de intentar sacarlo, ya que es muy diminuto, y estaba muy escondido, lo logra sacar con la ayuda de un lapicero. Lo que encuentra le provoca escalofríos.
Una muela
Encuentra una muela en la billetera. ¿Quién y porqué guarda una muela en su cartera? Intrigado con lo que encontró, quiso seguir investigando y a medida que más indagaba más nervioso se ponía. En uno de los lugares de la billetera debería ir una fotografía, habían cabellos. Unos poco de cabello amarrado, como si fuera algo de sentirse orgulloso.
Poco a poco se iria dando cuenta de lo turbio del hallazgo. Aún le falta descubrir lo más extraño.
Joe, no esta seguro de seguir buscando pero su honestidad es tan grande que quiere encontrar al dueño y regresarlo. El dinero que tenía adentro es mucho, así que por esa razón lo hizo.
Justo se iba a dar por vencido, cuando se encuentra un compartimiento secreto en la billetera que hacen que las cosas tomen un giro muy extraño. Encuentra una presunta carta y un condón. Pero finalmente la inquietante busqueda tiene algo de exito.
Una inquietante carta que decía lo siguiente:
«Si estás leyendo esto, es porque hice lo único que querías que hiciera. La última vez que te vi estabas muy bonita, sonriente y llevabas ese vestido azul que siempre me gustó mientras barrias tu casa. Espero que todo el tiempo seas así, segura y tranquila. Nunca te voy a volver a molestar, ni tendrás que asustarte cuando me sorprendas mientras regresas de tu trabajo. Siempre tuyo. Juan I. G.»
Joe, afirma que no está seguro de encontrarse con Juan I.G. ya que piensa que pueda ser peligroso.