Cuando escuche algo como «nivel alto de azúcar en la sangre», es probable que su primer pensamiento sea diabetes y que necesitará insulina para mantener su cuerpo en equilibrio. Pero la hiperglucemia también puede afectar a personas sin esta dolencia.
No se trata de causar daño a nuestros nervios, o enfermedades renales, oculares o cardíacas. El nivel de azúcar en la sangre aumenta cuando el cuerpo de una persona no produce o utiliza adecuadamente la hormona insulina, que ayuda a convertir los alimentos que ingerimos en energía.
Como resultado, puede provocar fatiga, sed constante y podría experimentar visión borrosa u otros síntomas.
Hay diabetes tipo 1 o tipo 2, hay otras causas de azúcar alta en la sangre, vida sedentaria, infección, estar bajo mucho estrés y comer demasiados carbohidratos o infección.
Las personas que tienen fibrosis quística y las que toman medicamentos betabloqueantes tienen un alto riesgo de desarrollar niveles altos de azúcar en la sangre.
Para saber si realmente tiene hiperglucemia, se necesita un análisis de sangre para determinar sus niveles de glucosa. Consulte a su médico para una prueba si nota alguno de estos síntomas.
1) Su visión es borrosa.
Una señal o alerta de hiperglucemina es la visión borrosa, ya que el alto nivel de glucosa puede provocar que nuestro cristalino se hinche, dificultando el enfoque. Si no se trata, puede conducir a la pérdida de la visión, según la Clínica Mayo.
2) Siempre estás cansado, no importa si no haces nada.
Una frase como «Alto nivel de azúcar» puede sonar como si te diera mucha energía, pero la realidad es diferente, puede causar fatiga constante y hacerte sentir lento.
Esto se debe a que las células de su cuerpo no saben cómo usar la glucosa correctamente.
3) Siempre tienes sed.
Tener que beber mucha agua para saciar la sed. Cuando nuestro cuerpo nos da señales es importante actuar en consecuencia.
4) Tener que orinar mucho
Según la Clínica Mayo, a medida que el azúcar se acumula en el torrente sanguíneo, los riñones se sobrecargan y filtran el exceso que el cuerpo no utiliza como energía.
5) Las heridas tardan mucho en sanar.
El nivel alto de azúcar en la sangre también puede hacer que el flujo de sangre sea más lento, lo que a su vez afecta la capacidad del cuerpo para curarse a sí mismo.
Como resultado, cualquier herida, especialmente en los pies, puede tardar más en sanar. También puede hacernos propensos a la cistitis o infecciones fúngicas debido al flujo sanguíneo lento.