El olor corporal es una característica distintiva de cada persona, que depende de factores genéticos, ambientales y de estilo de vida. Sin embargo, ¿sabías que el olor corporal también cambia con la edad?
Según la ciencia, existe un fenómeno conocido como “olor a viejo”, el cual se produce por una serie de cambios fisiológicos y biológicos en la piel asociados al envejecimiento.
¿A qué edad empieza el olor a viejo?
El olor a viejo no aparece de repente, sino que se desarrolla paulatinamente a partir de los 30 años, cuando comienzan los cambios hormonales y la pérdida de colágeno y elastina en la piel.
Sin embargo, es a partir de los 60 años cuando más se percibe este aroma, ya que es cuando más se intensifica la producción de 2-nonenal.
Además, el olor a anciano varía según el sexo y la etnia. Según un estudio japonés, las mujeres tienen un olor más fuerte que los hombres y los asiáticos tienen un olor más suave que los caucásicos y los afroamericanos.
¿A qué huele un anciano?
Olor a viejo es un término popular que hace referencia al aroma característico que emana de la piel de las personas mayores. Este olor no tiene nada que ver con la falta de higiene personal, sino con la propia naturaleza de la piel, que cambia con el tiempo.
Según un estudio realizado por investigadores japoneses, el olor a vejez se debe principalmente a la presencia de una molécula llamada 2-nonenal, que se forma por la oxidación de ácidos grasos insaturados presentes en la capa superficial de la piel.
El 2-nonenal tiene un olor desagradable, similar al de los recortes de hierba o al papel viejo. Esta molécula se produce por el aumento de la producción de lípidos en la epidermis, que se produce debido a los cambios hormonales propios de la madurez.
Al mismo tiempo, se reduce la capacidad antioxidante natural del organismo, lo que favorece la peroxidación lipídica, es decir, el daño oxidativo de los lípidos. Estos procesos hacen que el 2-nonenal se acumule en la piel y se libere al sudar o lavarse.
Enfermedades que pueden alterar el olor corporal.
Además del envejecimiento natural, existen algunas enfermedades que pueden modificar el olor corporal de las personas mayores, como la diabetes, las enfermedades renales o hepáticas y las infecciones por hongos. Estas patologías afectan el metabolismo y el equilibrio químico del cuerpo, lo que se refleja en el sudor y la piel.
Por ejemplo, la diabetes puede provocar sudoración excesiva y un aroma dulce o afrutado en la piel, debido a la presencia de cetonas en la sangre.
Las enfermedades renales o hepáticas pueden provocar olor a amoníaco o a pescado podrido, debido a la acumulación de urea o sustancias tóxicas en el organismo.
Las infecciones por hongos pueden generar olor a levadura o a queso rancio debido a la acción de los microorganismos sobre la piel.
¿Cómo prevenir el olor a viejo?
Aunque el olor a vejez es un fenómeno natural e inevitable del envejecimiento, existen algunas medidas que pueden ayudar a prevenirlo o reducirlo. Estas son algunas recomendaciones:
1 Mantener una buena higiene personal, lavando la piel con agua y jabón neutro al menos una vez al día.
2 Utilizar productos cosméticos adecuados al tipo y edad de la piel, evitando aquellos que contengan alcohol o fragancias artificiales.
3 Hidrata la piel con cremas o lociones que contengan antioxidantes naturales, como vitamina C o E, resveratrol o té verde.
4 Protege tu piel del sol con protectores solares y ropa adecuada, ya que la radiación ultravioleta acelera el envejecimiento de la piel y favorece la oxidación de lípidos.
5 Lleva una dieta equilibrada y variada, rica en frutas, verduras y alimentos antioxidantes, como frutos rojos, chocolate negro o frutos secos.
6 Evite el tabaco, el alcohol y otras sustancias tóxicas que dañan las células y aumentan el estrés oxidativo.
7 Practicar ejercicio físico moderado y regular, ya que mejora la circulación sanguínea y la oxigenación de los tejidos.
8 Bebe suficiente agua para mantener la piel hidratada y eliminar toxinas, y utiliza perfumes o colonias naturales que enmascaren el olor a viejo sin irritar la piel.
En conclusión:
El olor a viejo es un cambio normal en el olor corporal que se produce debido al envejecimiento de la piel. Se debe principalmente a la presencia de una molécula llamada 2-nonenal, que se forma por la oxidación de los lípidos de la epidermis.
Este olor comienza a notarse a partir de los 60 años, y varía según el sexo y la etnia. Aunque no se puede evitar por completo, sí se puede prevenir o reducir con una buena higiene personal, una dieta saludable, una hidratación adecuada y el uso de productos cosméticos y perfumes naturales.