Estos remedios caseros para blanquear los dientes funcionan

La sonrisa perfecta, es un hito que mucha gente persigue y busca. Muchos expertos ayudan a conseguirla con métodos dentales y científicos, para lograr tener la sonrisa perfecta, brillante y dientes blancos. Pero esta dentadura perfecta es más un estereotipo de la sociedad de la belleza. Nuestro color natural de los dientes es amarillo.

Intentar conseguir dientes más blancos que amarillos es una realidad que todos queremos.

Es posible tener dientes más blancos o en su defecto, menos amarillos. Lo podemos lograr con estos remedios caseros que a continuación te mostraré.

Cómo blanquear los dientes en casa

Bicarbonato de sodio

Si deseas tener unos dientes más blancos prueba a enjuagarte la boca con agua con bicarbonato de sodio una vez a la semana. También hay quien directamente frota los dientes con esta pasta como parte del tratamiento.

Cáscara de plátano

Menos agresivo e igual de eficaz que el bicarbonato de sodio es la cáscara de plátano. Después de lavarte los dientes frota a diario la parte interna durante unos dos minutos. En pocos días notarás que tus dientes están más blancos.

Vinagre de manzana

Si tus dientes tienen manchas prueba a hacer gárgaras con vinagre de manzana. Verás cómo se van eliminando y además obtienes una higiene más completa, ya que el vinagre de manzana acaba con las bacterias.

Infusión de salvia

Con las hojas de salvia haz una infusión y utilízala a modo de enjuague. Poco a poco obtendrás una dentadura mucho más blanca. Otra opción es frotar directamente las hojas. Este truco se utiliza en algunos lugares de Oriente desde hace cientos de años.

Albahaca

Si quieres mantener a raya la halitosis, cuidar tus encías y blanquear el esmalte dental, la albahaca es tu mejor aliado. Antes de acostarte mastica una hoja de esta planta tan utilizada en la cocina y deja actuar toda la noche.

Perejil

Para decir adiós a la halitosis, hierve varias ramitas de perejil con dos clavos de olor en dos tazas de agua. Remueve la mezcla y déjala enfriar. Posteriormente cuélala y utiliza el líquido como enjuague bucal varias veces al día.