En el nacimiento de Victoria Arlen junto a sus dos hermanos, eran trillizos, no hubo complicaciones, todo fue de lo más normal.
Sin embargo, Victoria comenzó a experimentar una serie de síntomas propios de la gripe cuando tenía 11 años, estos mismos acabaron por dejar a la niña totalmente paralizada de la cintura hacia abajo. Pero lo peor no sería eso pues comenzó a presentar una severa inflamación de la médula espinal y del cerebro, los cuales cambiaron su vida totalmente.
Sus padres no lograban entender lo que estaba ocurriendo, no podían aceptar que su hija estuviera perdiendo todas sus capacidades sensoriales y motrices, poco a poco Victoria se fue apagando hasta convertirse en un vegetal.
La niña permaneció en su habitación ¨encerrada¨, no daba señales de que comprendiera lo que le decían, no podía alimentarse así que comenzaron a hacerlo a través de una sonda, tenía signos vitales pero era casi imposible que volviera a ser la de antes.
Sus padres creían que la habían perdido para siempre. Nadie podía imaginarse el infierno que Victoria estaba viviendo en su interior pues ella era capaz de escuchar absolutamente todo cuando estaba en la cama. El estado de victoria era de ¨coma profundo¨ pero extrañamente su mente estaba despierta aunque su cuerpo no fue capaz de responder.
Los médicos no le daban esperanza alguna a los padres, decían que ella siempre estaría en estado vegetal, eso también lo escuchó Victoria y trataba con todas sus fuerzas mostrarles que podía entender lo que decían, pero era inútil, no había forma.
En el 2010, Victoria por fin despertó de su estado vegetativo y logró comenzar a hablar.
¨Mi familia creyó en mí y eso me dio la fortaleza necesaria. En casa, en New Hampshire, me adaptaron una habitación de hospital para cuidarme. Mis hermanos me cargaban en sus brazos, me hablaban y contaban todo lo que ocurría a mi alrededor afuera de mi habitación. Aunque ellos no sabían que yo podía escucharlos, esto me dio energía para luchar¨, comentó Victoria.
Victoria soportó estar 4 años encerrada en su cuerpo y gracias a una lucha imparable y su afán por volver a la vida, estaba dispuesta a desafiar los desalentadores pronósticos de los médicos, aun cuando el camino no fuera fácil.
Victoria comenzó a comer sola, logró sujetar cosas con sus manos pero sus piernas continuaban sin responder.
El daño que sufrió en la médula espinal fue tal que el pronóstico no fue bueno, Victoria quedaría paralítica de la cintura para abajo para siempre, los médicos lo sabían y por ello le repetían una y otra vez que se acostumbrara a andar en la silla de ruedas.
Victoria volvió a la escuela en donde sus compañeros la acosaban constantemente por su condición, sin embargo, ni siquiera eso hizo que se rindiera en su lucha, sin embargo, las burlas de otros si le afectaron y llegó a casa llorando, sus padres se prometieron hacer todo lo posible porque ella volviera a caminar.
Un día, en base a los recuerdos de su infancia, tomó una decisión que marcaría un antes y un después en su vida.
La joven creció cerca de un lago y aprendió a nadar en la piscina de su casa, por lo que tenía gran talento para la natación, incluso había ganado medallas y premios. Con la ayuda de sus hermanos volvió a la piscina, ella deseaba volver a nadar pues era una actividad que formaba parte de su vida.
Nada fue el inicio de un camino liberador. Fue en el 2012 cuando Victoria fue seleccionada para competir en los Juegos Paralímpicos, llevándose a casa 3 medallas.
Con esto se dio a conocer en el mundo entero y fue invitada en varias charlas y conferencias motivacionales. Y aunque esto le trajo mucha felicidad a su vida, ella quería deshacerse de la silla de ruedas, así que se inscribió en un programa donde enseñaban a caminar nuevamente a las personas paralíticas.
Sin embargo, los médicos no daban muchas esperanzas a que esto fuera posible pero sus padres no se rendían junto con ella y decidieron hipotecar su casa para pagarle todo el tratamiento a su hija, dado a esto Victoria se esforzó más y un día inesperado logró un gran avance.
Todos los días Victoria entrenaba seis horas, poco a poco logró recuperar la movilidad de sus piernas y comenzó a utilizar muletas.
¨Los días no siempre son perfectos o como yo espero. Aun es un desafío andar y me cuesta trabajo. En ocasiones uso andador y continúo llevando a cabo un programa de ejercicios el cual realizo de 2 a 3 horas al día. Cuando mis piernas se paralizan utilizo silla de ruedas o muletas¨, agregó Victoria.
¨Todo el esfuerzo vale la pena. Han transcurrido 10 años desde que logré mirar a otra persona a los ojos en lugar de mirar el trasero de todos cada día¨, finalizó Victoria, quien ahora tiene 21 años de edad.
Actualmente Victoria es una medallista de oro paralímpica, también es presentadora de un programa para el cana de deportes ESPN.
Sus padres aseguran que ella es un milagro y muchas personas la consideran un modelo inspirador. Por otra parte, ella siempre se encarga de recordar al mundo que su gran victoria no la hubiera logrado sola pues siempre estuvo a su lado su familia y amigos.
No cabe duda que los límites nos los ponemos nosotros mismos. Victoria es una gran guerrera, le deseamos todo el éxito del mundo y que continúe logrando todo lo que se propone. ¡Felicidades!