Hombre en estado vegetal pide una cerveza al comunicarse por primera vez en meses. Extraña el sabor

Gracias a un chip implantado en su cerebro, este hombre pudo ordenar la bebida que tanto deseaba. Todo un avance para la ciencia y una muestra de la importancia de esta bebida.

Desafortunadamente, actualmente existen enfermedades que no se pueden curar ni detener, sino que simplemente progresan de manera diferente en cada organismo. Sin embargo, los científicos no se dan por vencidos y están buscando formas de ayudar a estas personas y a las generaciones futuras que están sufriendo de la misma manera.

Bueno, esta es la historia de un paciente en Suiza que sufre de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), la misma enfermedad que padecía Stephen Hawking.

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Solo que este hombre lo había desarrollado un poco más y estaba en la cama, incapaz de moverse y valerse por sí mismo, pero los investigadores decidieron ponerle un chip en el cerebro. Le permitiría deletrear oraciones letra por letra y muchos pensaron que diría algo especial, pero más bien lo pediría.

“Quiero una cerveza”, fueron sus primeras palabras en muchos meses y todos quedaron sorprendidos, además pidió a los cuidadores que lo alimentaran con sopa y curry a través de los tubos.

Este procedimiento, que forma parte de una investigación, fue realizado por el Centro Wyss de Ginebra y permitió que una persona sin movimiento muscular voluntario se comunicara por primera vez en la historia.
Este paciente habría dado su consentimiento para la instalación del chip cerebral en 2018, cuando aún podía comunicarse parpadeando. Ahora que está completamente quieto, gracias a este avance, al menos podrá expresar sus sentimientos y deseos.

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Aunque tiene gracia que lo primero que se apetece es una cerveza, es un gran avance para la ciencia y gracias a los estudios que se están realizando en ella, en el futuro habrá quien tenga más oportunidades.
Por ahora, este chip procesa un carácter por minuto, tomándolo al menos diez minutos para pedir la cerveza, pero seguramente valió la pena porque pudo ser escuchado por sus allegados. Durante meses nadie supo lo que estaba pensando mientras estaba postrado en cama, solo cubrían sus necesidades básicas.

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Ahora podía exigir un poco más. El delicioso sabor burbujeante de una cerveza, una comida ligeramente condimentada e incluso podría pedir escuchar a la banda de rock Tool e incluso hablar con su hijo y ver una película de Disney juntos.

Es consciente de que no será posible levantarse, sin embargo, ahora puede tener una vida mejor acostado, ser un poco más feliz y hacer avanzar la ciencia y la humanidad.