Qian Hongyan, es una chica que comenzó una vida muy dificíl, al tener ausencia de las piernas causó el abandono de sus padres biológicos. Pero no sabían que se convertiria en un ejemplo de fortaleca y superación personal.
Luego de quedar desamparada, una familia la adoptó sin dudar. A pesar de tener mucho amor para darle, la falta de dinero para conseguir prótesis especiales a su nueva hija era un problema constante.
Fue su abuelo, creativo y cariñoso, el que tuvo una gran idea.
Aprovechando los materiales a su alcance, pensó en la forma que su pequeña nieta pudiera «caminar»: Tomó una pelota de baloncesto, la cortó convenientemente y enseño a su nieta como utilizarla.
Fue entonces cuando Qian, comenzó a ser llamada Basketball Girl (niña baloncesto) o Ball Girl (niña pelota). De estas maneras fue llamada esta niña en todo el mundo. Viendo las fotografías viales de esta valiente chica de Yunna, muchas personas inciaron campañas de donación. Así fue como en 2007 la niña pelota visitó Beijing, con el objetivo de conseguir prótesis de verdad.
Lal perseverancia de esta gran chica la levó a salir Campeona Nacional de los Juegos Paralímpicos en el año 2019, y a adquirir otros tantos reconocimientos.
Después de tanto sudor y lágrimas, la joven logró establecer un buen estilo de vida, para ella y su familia.
Qian, representa la tenacidad, la pasión y el aferrarse a los ideales. Pero también quiere decir que no es sencillo. Al contario, le costo el doble, pero con todo su esfuerzo lo pudo lograr. Mientras no te rindas, alcanzarás tus objetivos.
La mayoría de personas que les cuesta lograr sus sueños o tienen alguna discapacidad, toman a esta atleta como ejemplo a seguir. Una chica que nació «inválida», sin padres biológicos, y en extrema pobreza, se transformó en un icono, alguien triunfal, que puede vivir con la cabeza en alto.
Un tiempo después, la yunanesa obtuvo un prototipo de piernas ortopédicas. Incluso así, no dejará de ser conocida cariñosamente como la niña pelota. Aquella ocurrencia de su abuelo afectuoso, la convirtió en una bandera de la superación. ¿Quién lo creería? Quisieramos saber que opinarán sus padres biológicos del gran éxito de Qian.