Andy Sandness, es un joven de 21 años, quien perdió su mandíbula y nariz, deformándose su rostro por completo.
Lo tuvieron que internar en pésimas condiciones al área de emergencias, donde los médicos le sometieron a una cirugía para salvar su vida.
Muy positivos los doctores de los resultados, se le dio otra oportunidad de vida a Andy, pero esta conlleva a ciertas dificultades. Este joven tenía problemas para hablar, masticas, tragar y respirar a causa del disparo.
Por diez años, Andy tuvo que aprender a vivir su día a día mirándose al espejo y viendo su reflejo a otra persona, con complicaciones logro sobre llevar muy bien este proceso.
Fue en 2016 cuando Andy aceptó arriesgarse a un trasplante de rostro que formo parte de una lista de espera para recibir un donador. Aunque se creía que la espera podría tomar un par de años, la suerte estaba al lado de Andy, y cinco meses después encontró a su donador.
Llego el gran día donde Andy, entraría al quirófano para ser trasplantado. La cirugía requirió de 60 médicos especialistas y duro al rededor de 56 horas. Uno de los médicos, el Dr. Samir Mardini, había practicado esta cirugía por al menos 50 sábados durante tres años con cadáveres. Por lo que Andy, se encontraba en las mejores manos.
En la operación, los médicos tuvieron que identificar las ramas nerviosas de ambos hombres para que éstas pudieran funcionar perfectamente al hablar, sonreír o cerrar los ojos.
La buena noticia es que todo estaba perfectamente y Andy finalmente había recibido su nuevo rostro.
Aunque la operación fue un éxito Andy, tuvo que aprender a usar sus músculos con ejercicios post-quirúrgicos y poco a poco pudo recuperar su olfato y habilidad para comer por sí mismo.
Después de semanas del trasplante, Andy finalmente pudo conocer su nuevo rostro y quebró en llanto de la emoción al saber que la ciencia le había regalado una nueva oportunidad.
Es un gran logro que lograron estos médicos y con la ayuda de la ciencia se ve muy bien. ¿Qué opinas sobre los resultados?