Existen muchos empleos dignos de un buen reconocimiento, pero sin duda el labor de un médico o enfermera, se lleva todos los honores.
El trabajo de enfermera exige mucho compromiso y vocación, pues deben comprometerse en gran manera a cuidar el bienestar de los pacientes sin importar condición.
Se dio a conocer hace poco una fotografía donde rápidamente se hizo viral en redes sociales, a pesar que la enfermera trataba de tener un perfil bajo ante las cámaras, de la mamá no se salvó, captó lo que hacía.
La pequeña Sophia sólo tenía dos años, cuando los padres recibieron la noticia que su pequeña tenía cáncer.
Al principio Sophia tenia dificultades para respirar. Lo que preocupaba a los padres Jonathan y Shelby. Rapidamente pensaron que era asma. Inesperadamente un día Sophia dejó de respirar, sus padres rápidamente la trasladaron en ambulancia a un hospital y luego de ser atendida den urgencias se percataron que tenía una masa del tamaño de una pelota de softbol en su pecho. Fue entonces cuando se dieron cuenta que lo que tenía era cáncer, pese a las agresivas sesiones de quimioterapias a las que la pequeña se sometía, fue posible detener la enfermedad.
Por desgracia, este tratamiento tuvo serias consecuencias, redujo la capacidad de caminar, afectó el lenguaje y motricidad, además necesitaba un trasplante de células madre.
Shelby al ser la madre de la pequeña deseaba estar en todo momento con su hija y, durante la lucha, notó una actitud especial de una de las enfermeras que quería pasar en perfil bajo, aunque la madre notaba lo que hacía.
Cuando la enfermera no se percataba, la madre le tomo una fotografía a la enfermera, además le dejo un mensaje:
“Todos los días que estoy sentada en el sofá te observo, aún cuando intentas pasar desapercibida para nosotros.
Noto cómo se te cae la cara cuando ella te ve y llora, de muchas maneras intentas calmar sus miedos, veo cómo dudas en pincharla y quitarle las tiritas.
Le dices ¨tranquila¨ y ¨lo siento¨ más veces en el día de lo que la mayoría de las personas pronuncian un ¨gracias¨.
Miro todas las pulseras de goma que traes en tus brazos y estetoscopio para cada uno de los niños que atiendes, cuidas y amas.
Acaricias la pequeña cabeza calva de Sophia y le das tanto amor como puedes. Te he visto sostener a la madre que llora cuando recibe malas noticias. Te veo tratando de escribir en el ordenador mientras arrullas al bebé de la madre que no lo pudo acompañar.
Dejas lo que está sucediendo en tu vida durante 12 horas o más para atender a tus pequeños pacientes enfermos que muchas veces están muriendo, entras a cada habitación con una gran sonrisa no tomando en cuenta lo que ocurre pero intentas transmitir un poco de alegría. Ves el nombre de Sophia en tu horario y la atiendes, pero también la visitas cuando no te corresponde.
Llamas al médico y a la farmacia cuantas veces sea necesario para que mi hija tenga inmediatamente lo que necesita. Nos miras, te sientas y me escuchas hablar por cuanto tiempo lo necesite aún cuando tu teléfono no pare de sonar y tengas muchos pendientes.
Te veo, todos lo hacemos. No hay una cantidad de regalos o tarjetas que logren expresar lo apreciada que eres. Eres un Dios para cada uno de nosotros porque sin ti nuestros pequeños no tendrían lo necesario. Las madres como yo nos sentimos escuchadas y consoladas gracias a ti, ¡muchas gracias!”, fueron las palabras de Shelby para la enfermera que atiende a Sophia.
Luego del emotivo mensaje, logró sacarle lágrimas a miles de personas en redes sociales.
Por desgracia, el 22 de diciembre Sophia tuvo una recaída y su familia tomó la decisión de suspender el tratamiento, no pudo resistir más, estaba sufriendo mucho y su diagnóstico era devastador.
Sus padres estuvieron con ella durante 13 días mirando películas, leyéndole cuentos y disfrutando sus últimos suspiros. El 4 de enero de 2018, la pequeña falleció.
Shelby quiso contarle al mundo lo que hay detrás de la lucha contra el cáncer, mostró los días más amargos y los más tristes e invitó a todos a disfrutar cada día como si no hubiera un mañana y a reconocer la hermosa labor de los médicos y especialmente de las enfermeras.
¡El cielo tiene un ángel más, descansa en paz, dulce Sophia!