Hay toneladas de videos en Internet donde se eliminan puntos negros y puntos negros gigantes. Ahora circulan videos de piedras que se extraen de las amígdalas. Resulta que gracias a la popularidad de estos videos, muchas personas están descubriendo por primera vez qué son los cálculos amigdalinos.
Y si usted, como muchos, todavía tiene sus amígdalas… es prácticamente inevitable que algún día tenga estas piedras. Los cálculos amigdalinos o tonsilolitos son tan reales como el calentamiento global… y no son bonitos.
¿Qué son?
Si no te animas a ver los videos, no lo hagas. He aquí cómo: imagine un teratoma, un gemelo parásito que a menudo contiene dientes y cabello diminutos y puede crecer sin ser detectado en su cuerpo durante años. Ahora imagina que esto es lo que tienes dando vueltas en la boca. Antes de que te asustes, los cálculos amigdalinos no son un teratoma, pero se ven como pequeños dientes amarillos que sobresalen de tus amígdalas, como si te estuviera creciendo otro juego de dientes esparcidos por tu garganta.
Los tonsilolitos son células mucosas muertas atrapadas en las amígdalas. Con el tiempo se endurecen y se vuelven amarillentas.
Si la vista de estas piedras no te desconcierta, echa un vistazo a esto: las piedras de las amígdalas no son solo piedras. Son un tapiz bacteriano (biopelícula). ¡Sí, tal como lo lees, tus piedras están vivas! Lo bueno es que, a diferencia de un teratoma, no tienen pelo.
¿Cómo sé si tengo piedras?
Fácil. Primero tendrías muy mal aliento. Y también podrías presentar síntomas como dolor de garganta, restos blanquecinos, dificultad para tragar, dolor en los oídos e inflamación de las amígdalas.
¿Cómo me los quito?
Aunque suelen caerse solos, también puedes quitarlos haciendo gárgaras con agua salada. Si eso no funciona, tendrían que ser extirpados quirúrgicamente. Si crees que tienes amigdalitis pero no quieres meter la mano ahí y mucho menos consultar a un médico, entonces te tengo una mala noticia: el mal olor no se va a quitar.
Acude con un Medico.