Si bien esta pregunta es curiosa para muchos, algunas personas tienden a hacerla, o al menos algunas se la han hecho en algún momento de sus vidas. No podemos negar que incluso parece lógico pensar que es necesario lavarlos. Piénsalo, los huevos salen de la cloaca de las aves, conducto por donde también excretan sus desechos, es decir, la digestión de las gallinas. Lo que debería considerarse «sucio» y podríamos suponer limpiarlo. Pero la respuesta final es NO, no es necesario lavar los huevos y luego almacenarlos.
Sabemos que la higiene para muchas personas es lo principal en su hogar, así como ellos mismos se limpian, quieren tener una casa fragante y limpia. Sobre todo aquellos productos que vas a consumir. Pero debes saber que existen productos que son susceptibles de ser contaminantes y que en su superficie tienen efectos nocivos para nuestra salud. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado ya que se aplica a alimentos de origen animal como carnes, aves crudas y huevos.
¿Por qué no debo lavar los huevos y luego almacenarlos? El huevo puede permitir la entrada de bacterias del baño, particularmente ciertos tipos de Salmonella, que se encuentran en la cáscara del huevo. Dicha Salmonella contamina la cáscara del huevo después de la oviposición a través de la cloaca o, al exponerse junto con los excrementos después de su salida.
De esta forma, al consumirlo puede exponernos a contraer salmonelosis, que es una infección bacteriana que en algunos casos puede ser muy grave e incluso mortal. Por lo general, afecta el tracto gastrointestinal con diarrea, calambres estomacales y fiebre.
Pero, ¿por qué ocurre esto? Se sabe que la estructura del huevo es natural, lo que lleva a cabo un desarrollo embrionario de un pollo. Y, por tanto, dotado de ciertas barras de protección que tienen la función de impedir la entrada de partículas, como diversas bacterias, en el interior del óvulo que contaminan el embrión y generan cambios importantes.
Una de estas barreras físicas corresponde a una película de composición proteica que recubre la cáscara, denominada cutícula, que es la parte más externa del huevo. Cuando lavamos los huevos, esta cutícula protectora se elimina y la cáscara, una estructura porosa y por lo tanto permeable, queda al descubierto. De esta manera, brindamos una entrada libre para las bacterias, que acceden a los alimentos y los contaminan.
Y la pregunta que muchos tienen, ¿Qué hago si los huevos tienen suciedad? Es habitual encontrar algún tipo de suciedad en los huevos, aunque hayan sido comprados en un supermercado, ya que son claramente de animales, por lo que es inevitable encontrarlos siempre limpios. De esa manera, puedes lavar los huevos, pero este proceso debe hacerse inmediatamente antes de consumirlos.
Ya que si haces esto para almacenarlos, puede iniciar su contaminación y aumentar el riesgo de intoxicación alimentaria por salmonella.