La mayoría, si no todos, hemos experimentado alguna vez que nuestra piel se pone de una manera peculiar, algunos lo llaman «piel de gallina» porque es similar a esto. Este suele ser un fenómeno muy curioso, pues muchas veces es involuntario. Aquí te explicamos por qué.
Esta es una reacción repentina, que se experimenta cuando las personas están sometidas a emociones fuertes, se encuentran en un momento de estrés o cuando sienten mucha adrenalina. La ciencia, pero principalmente la biología, la medicina e incluso la psicología son las disciplinas que se encargan de dar respuesta a esta pregunta. Es un síntoma que se presenta en varias especies, incluido el ser humano.
Horripilación cutánea o piloerección es el nombre apropiado para esta reacción, aunque coloquialmente se le conoce como “piel de chinita” o “golpear la piel”. De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), esta es una materia involuntaria, que de manera fisiológica activa la contracción de los músculos erectores del cabello, lo que provoca que la apariencia de la piel cambie porque los poros se dilatan y provocan que se erice. el peláje».
El culpable de que esto suceda es el sistema nervioso simpático. Ya que es la que se encarga de regular la contracción de los músculos y la secreción de varias glándulas.
La función principal es que el organismo reaccione ante una situación que implique peligro. Esta se produce cuando el sistema nervioso detecta que la persona se encuentra en una situación de conflicto, por lo que debe huir.
¿Qué le ocurre a nuestro cuerpo cuando tenemos «piel de gallina»?
El ritmo cardíaco aumenta, las pupilas se dilatan, los bronquios del pulmón, los vasos sanguíneos y hay un aumento considerable de la presión arterial. Los dos neurotransmisores más importantes del sistema simpático detectan la posible amenaza y alertan con adrenalina y noradrenalina.
Aunque los principales motivos por los que se activa es por peligro, también puede repetirse cuando se siente frío, ya que el cuerpo detecta algo extraño al cuerpo.
Los psicólogos afirman que a esta sensación también se le conoce como “escalofríos” y se genera principalmente por el estrés. Lo que provoca una movilización de energía en nuestro interior y da como resultado la famosa «piel de gallina»
Sin embargo, señala que esta reacción puede ocurrir aunque no estemos en una situación de peligro, ya que es común que la sensación se experimente cuando ocurren eventos muy alegres, inesperados o emocionantes; por ello, el fenómeno va acompañado de una sensación de hormigueo que recorre toda la piel.