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Porque te duele el talón y como solucionarlo

Muchas veces, cuando nos despertamos o nos ponemos de pie, sentimos un fuerte dolor en el talón, que pensamos que puede deberse a zapatos cansados, etc.

Pero este dolor puede ser causado por un estiramiento excesivo, que puede descalcificar la fascia y formar protuberancias óseas que pueden causar dolor y dificultad para sostener el talón.
Algunos factores de riesgo son la obesidad, los arcos altos o los pies planos y la contractura del tendón de Aquiles. Así que esto le puede pasar a cualquiera.

En general, para tratar este problema se recomienda el uso de plantillas ortopédicas y ejercicios de estiramiento. Pero existen algunos remedios caseros que pueden ayudar a reducir o eliminar el dolor. Aquí te contamos cuáles son.

Remedios caseros para aliviar el dolor de talón:

Vinagre de sidra de manzana: Empapar algodón absorbente en un poco de vinagre de sidra de manzana, colocarlo sobre el talón adolorido y fijarlo con esparadrapo o gasa, la idea de esta terapia es trabajar durante la noche para que desaparezca el dolor.

Debes realizar este procedimiento durante una semana consecutiva para que comiences a notar cambios y las molestias desaparezcan.

Bicarbonato de sodio: si tiene dolor en el talón causado por espolones óseos, este ingrediente ayudará a aliviar el dolor. Para ello, debes preparar una pasta con una pequeña cantidad de agua y bicarbonato de sodio.

Luego aplícalo en el talón afectado y coloca una gasa en la zona para que el remedio haga efecto. Debes hacerlo dos veces por semana para sentirte mejor.

Aceite de coco: este aceite esencial tiene muchas propiedades, principalmente para ayudar a aliviar o reducir el dolor.
Para tratar el área del talón, simplemente masajee con movimientos circulares para permitir que el producto se absorba en la piel. El mejor momento es después de la ducha.

Te sentirás aliviado con cualquiera de estos remedios caseros.

Otra recomendación es adaptar plantillas ortopédicas a tus zapatos para que sean más cómodos al caminar y estar de pie. Además, ¿por qué no hacer ejercicios de estiramiento para calentar los tendones y prevenir nuevas lesiones o contracturas?

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