El paso del tiempo nos lleva a muchos acontecimientos importantes, y en ocasiones son muy significativos para todos. Y uno de los más esperados y reflexivos es la llegada del último día del año. Momentos en los que muchos se toman un tiempo para pensar en todo lo que hicieron durante todo el año.
En esta ocasión se da la interesante circunstancia de que el último día del año caerá en domingo. Es un fenómeno aparentemente simple desde una perspectiva calendárica, pero para muchos puede llevar a connotaciones y reflexiones de que cerramos un ciclo y recibimos el siguiente.
Algunas posibles interpretaciones de este curioso suceso.
Comenzará correctamente.
Aunque para algunos la semana empieza en domingo, para otros empieza en lunes, por lo que el año empezará perfectamente. Destacando que comenzará en orden, evento que rara vez ocurre.
Mal comienzo de año.
“El domingo es el primer día de la semana” dicen varias personas y comunidades, por lo que empezar el año el segundo día de la semana parece un “mal augurio” o mala suerte.
Empezar de nuevo
Es un momento perfecto para que empieces de nuevo, una segunda oportunidad, para hacer aquello que no te has atrevido a hacer. Quizás hacer ejercicio, enviar un mensaje importante o cumplir tus objetivos empezando desde cero.
El lunes será un nuevo día, un nuevo mes y un nuevo año para empezar todo.
Es un mes para empezar con todas tus energías, dejar atrás la pereza y empezar a admirar las pequeñas cosas y acciones.