Esta hermosa y joven familia, decidieron salir de viaje con sus hijos. Lo que quiere decir: muchos momentos especiales, que merecen una fotografía.
Le pidieron de favor a una persona que pasaba por el lugar, que les tomara una fotografía, con fondo las montañas, creando así algo «casual»
Al regresar del viaje, luego de revisar las hermosas fotografías del lugar y la foto familiar. Se percataron que algo no estaba bien, y no podrian creer lo que estaban viendo.
La historia de estos enamorados empezó en la escuela. Se conocieron ahí Jill de 34 años y Ben de 36 años. Fue amor a primera vista, la relación rápidamente fue creciendo y siento cada vez más seria.
No salian a menudo, pero desde que conocieron las bellas montañas de Alaska era incomparable. Por eso, todos los años querían regresar a este hermoso lugar.
8 años estuvieron yendo a ese mismo lugar, para apresiar la belleza del mismo. Tomandose la fotografía y abajo de las montañas, cuando Jill sintió un dolor muy fuerte en el estómago.
Ben, muy preocupado por el dolor de su esposa, empaco todo y regresaron rápidamente a su casa el mismo día. Sin dudarlo y esperar mucho tiempo, la llevaron al medico.
Ida al doctor
Ben, luego de desesperarse en la sala de espera, se le levanta y con mucho temor llega a la camilla de su esposa. Pero el doctor tenía unas grandes noticias. El dolor era un pequeño milagro. Tenía casi tres meses de embarazo.
Ambos se vieron a los ojos y empezaron a llorar de la emoción. Planear unas vacaciones a Alaska, tenían que esperar. El pequeño era mucho más importante. El doctor interrumpió la alegría de los futuros padres con un anuncio doloroso…
El doctor le dice a la familia, «El bebé esta en perfecto estado, pero nos gustaría hablar sobre su esposa» Los dos muy asombrados quedaron boquiabiertos.
En el Ultrasonido, el doctor había descubierto un enorme bulto, justo en la columna vertebral de Jill. No era maligno.
Sin embargo el crecimiento del útero puede causar que el tumor se nervios importantes. Haciendo que Jill quede ciega.
De repente, se enfrentaban con una decisión tremendamente difícil. Hacer realidad su deseo de tener hijos o la salud de Jill…
O dar a luz a un pequeño o la vista de la madre. Claramente tomaron la decisión de dar a luz. Sin embargo los siguientes meses fueron muy dificiles. Dolorosamente dificiles.
Al comienzo podia moverse muy bien, pero al pasar los meses, le costaba caminar sola por la casa. Un resvalon pordria traer grandes consecuencias.
Necesitaba ayuda. No podria estar sola con su bebé. Y, sucedió lo temible: una horrible caída en la cocina. Ben rápidamente le ayudo a levantarse del suelo.
Pasaron días y tomaron una muy buena decisión, Adoptar un nuevo miembro a la familia. Un perro guía llamado: Bruno.
Este perro Golden Retriever llenó de alegría de estos dos enamorados. Se ganó rapidamente la confianza y ayudó de forma psicologica a Jill. Superando las 40 sesmanas. Jill rompió fuente.
Ben y Bruno estaban jugando en el jardín cuando escucharon gritar a Jil…
«TENEMOS QUE IR AL HOSPITAL AHORA»
Y ahí estaban… Esperando que naciera su pequeño hijo. Ben y Bruno estaban afuera de la habitación. Esperando la respuesta del doctor.
Las puertas se abrieron nuevamente. «Felicitaciones, es padre de un hermoso niño», le dijo el doctor.
Ben y Bruno se precipitaron hacia la habitación, donde estaba Jill, exhausta, pero completamente feliz. Cuando Ben se estaba acercando cuidadosamente al bebé, el doctor puso su mano en su hombro…
«Y esta no es la única buena noticia…»
Cuando el útero de Jill se contrajo, la presión del tumor disminuyó. Y como resultado, su visión regresó milagrosamente. «Extrajimos el tumor inmediatamente y madre e hijo están sanos.»
Ben no podía creer lo que estaba escuchando. Se abalanzó a los brazos de Jill y besó su frente. Bruno también le ladró a la mamá primeriza.