El bebé Baylor por poco queda ciego luego de contraer una peligrosa infección, debido a las bacterias que acumulan los muñecos. Así los limpies, estos conservan moho y otros microbios imperceptibles.
El baño, para muchos niños además de ser el espacio para asearse y mantener una higiene correcta, estos buscan divertirse con el Agua y los juguetes no pueden no faltar. Para ellos es momento de disfrutar y pasarla bien. Sin embargo, el agua puede quedar atrapada en ellos, y puede llegar a ser demasiado peligroso para los pequeños.
Esto le pasó a la madre de Baylor, en Chicago (Estados Unidos). Ella sabía los riesgos de lo que podría ocurrir, así que siempre luego de cada baño, ella limpiaba los juguetes de su pequeño con una solución de agua y lejía, los mantiene regularmente en la luz para evitar una infección.
Lo que ella no sabía es, que incluso con una limpieza regular. Nunca se secaban por completo y las bacterias que hay dentro, pueden seguir creciendo gracias a la humedad que estos guardan. Bacterias Invisibles.
Un día notó, que el ojo de Baylor estaba un poco rojo. No le dio tanta importancia, ya que la niñera lo estaba bañando y «se echó un chorro de agua con un juguete de bañera», le dijo. Horas después, el esposo llevó al pequeño a emergencias, asumiendo que tenía una pequeña infección, conjuntivitis o algo por el estilo.
Al día siguiente, Baylor tenía un ojo del doble de tamaño, cuando se fue a la cama y el enrojecimiento se extendía por su mejilla. La familia ya asustada, buscó la madre por internet el diagnóstico y nuevamente lo llevó a urgencias por una posible celulitis.
Cuando despertó ella preocupada a las 6 a.m lo vio en su cuna, y asustada le habla a su esposo. Viendo el ojo de Baylor estaba cada vez peor. Sentía caliente al tacto, y tenía fiebre el pequeño.
“Lloré durante todo el viaje hasta un hospital más grande. Recé para que no perdiera el ojo”.
Señalo la madre de Baylor en su Facebook.
Apenas atravesaron las puertas del hospital, le administraron antibióticos por vía intravenosa. Estaban angustiados. Ya que el diagnostico fue que tenía celulitis severa que eventualmente se extendió por su cara y ambos ojos.
“Me advirtieron que podía perder la visión en el ojo que estaba en peor estado, pero al final, gracias a Dios sus ojos se curaron. Así que ¿esos juguetes de bañera? Sólo tíralos”.
Afirmó la madre de Baylor.
Finalmente, el pequeño se fue a casa, y esta sano. La madre de Baylor aprendió la lección, tirará todos los juguetes de la bañera.