Meghan Budden, es una ciudadana de Nueva Jersey, quien hace poco vivió una experiencia traumática. Todo empezó en la casa, mientras cuidaba a su bebé. Normalmente las mamás son muy higiénicas con el pequeño siempre, y fue el caso de Meghan, cuando le sonó la nariz descubrió que tenía unas pequeñas motas negras.
Pero entonces, cuando fue a darle pecho a su bebé, también vio manchas negras, similares a las de su nariz.
Algo que a cualquier persona siento o no familiar del pequeño se hubiera asustado mucho. Tal que aún Meghan quería investigar porque habían salido estas pequeñas motas, por su cuenta, calmada ella pensando en que había hecho recientemente diferente a lo que normalmente hacía al rededor de la habitación.
Es cuando descubrió lo que para ella sería el problema. Fue que la noche anterior Meghan había encendido unas velas perfumadas, ella las dejó 6 horas prendidas. Cuando fue a ver el paquete. Meghan lo entendió todo: En una minúscula pero muy importante advertencia, el fabricante decía que las velas solo debían usarse durante tres horas, como máximo. Al dejarlas más tiempo, estas producen hollín.
El Hollín.
Por inofensivo que parezca el hollín, este provoca varias enfermedades, tales como asma, bronquitis, coronarias hereditarias, entre otros problemas respiratorios. En EEUU provoca 20mil muertes prematuras al año.
Por lo que aspirar hollín causa además de 300mil ataques de asma al año. Todos estos datos según el organismo especializado de salud Cashins.
Si Meghan no hubiera estado atenta, y alerta a su pequeño, el bebé y ella seguirían en peligro. Por eso es demasiado importante a prestar atención a todas las instrucciones y efectos secundarios de medicina, o de algún otro tipo de sustancia que pretendamos usar, y más cuando tenemos niños, eso es el doble de peligroso, y tenemos que actuar de manera correcta. Gracias a casos como este sabemos y conocemos que el hollín no es tan inofensivo como pensábamos. Aunque todas las velas producen hollín.
Hay ciertas maneras de evitarlo
Corta la cuerda de la vela, de mono que quede en unos 0,3 cm sobre la cera y, nunca dejes una vela encendida en un lugar donde haya corrientes de aire.
Y, lo más importante, si ves que se ha producido hollín, apaga de inmediato la vela. ¡Menos mal lo sabemos!
Si quieres ver un vídeo de esta historia, échale un vistazo.