Sus manos se pusieron negras y todo venía por el pequeño hijo.

Kevin Breen, una persona que formo su vida perfecta. Junto a su esposa y sus tres niños que amaba infinitamente. Tenía una vida que transcurría de manera excelente en muchas maneras.

No estaba preparado para lo que el destino tenía para él. Un día recibió una terrible noticia que le cambiaría la vida.

Se sentía muy raro, lo cual poco a poco fue tornandose algo mucho peor. No encontraban la razón de su empeoramiento y se estaba volviendo algo incontrolable.

Los especialistas estaban desesperados y le realizaron muchas pruebas para diagnosticarlo ya que era algo extrema la enfermedad. Kevin intentaba estar tranquilo, tenía la esperanza de una pronta mejoría. Derrepente algo extraño le pasó en sus manos y pies.

Es una reacción del propio cuerpo que manda todo el flujo hacia los órganos vitales, que en su caso se estaban empezando a deteriorar. Por lo tanto sus manos y pies estaban con una apariencia realmente estremecedora.

Después de investigar un poco más profundo, resulta que el hijo pequeño de Kevin había tenido molestias hacía poco tiempo y para sorpresas de todos, su padre pasaba por lo mismo problema. Pero a nivel mucho más avanzado.

Por suerte pudo controlar eficazmente la enfermedad, aunque perdió la sensibilidad de la mayor parte de sus manos y pies. ¿Quién iba a creer que algo que empezó de su hijo pequeño causaría algo de semenjante compliación?

Es por esto que debemos de detectar muy bien este tipo de problemas para evitar males mayores.