Tras la pérdida de comunicación con Titán desde el pasado domingo, durante su descenso hacia las ruinas del Titanic, que se encuentran a casi 4,000 metros de profundidad en medio del Atlántico Norte, este jueves se confirmó la muerte de los tripulantes a causa de una implosión catastrófica.
Los tripulantes a bordo del Titán, propiedad de la compañía OceanGate Expeditions, eran Hamish Harding, el empresario paquistaní, Shahzada Dawood y su hijo Suleman; el explorador francés, Paul-Henry Nargeolet, y el CEO de OceanGate, Stockton Rush.
La implosión, se produce cuando en un cuerpo se registra una presión inferior a la exterior, lo que provoca que sus paredes se rompan hacia dentro, esto fue lo que sucedió con el sumergible Titán.
En un contenedor que tienen más presión de la que pueden soportar empujando hacia adentro, es cuando ocurre la implosión. Para que quede claro, es como si en un laboratorio escolar, un alumno pusiera a calentar una lata de refresco vacía y después la colocara en un líquido congelado, con la abertura hacia el hielo; la lata caerá sobre sí misma como si alguien la hubiera aplastado.