Una vez más Netflix nos sorprende con una desgarradora historia protagonizada por Mila Kunis y Glenn Close, se trata de la película “Cuatro buenos días”, una película que sumerge al espectador en un drama sobre un tema delicado como es la adicción.
Mila Kunis interpreta a Molly y Glenn Close interpreta a su madre Deb. Juntos intentan superar la adicción a una droga que ha consumido una década de la vida de Molly.
La película, bajo la dirección de Rodrigo García, destaca por ofrecer actuaciones “tan magníficas como contenidas” por parte de sus protagonistas, las personas que la vieron aseguran que supieron presentar a cada uno de los personajes de la película de una forma fascinante. .
Una dura lucha para dejar la adicción:
Según la sinopsis de Netflix, diez años de consumo de heroína han dejado la vida de Molly en ruinas. Un nuevo medicamento podría ayudarla a empezar de nuevo si logra mantenerse limpia durante cuatro días, algo que intenta lograr con la ayuda de su decidida madre Deb. El amor que ambos se profesan se pondrá a prueba como nunca antes en sus vidas.
Una noche, Deb escucha que llaman a la puerta y cuando la abre, encuentra a una mujer que apenas reconoce. Se trata de su hija Molly, que lleva años enganchada a la heroína y vive en la calle.
Ha perdido todos los dientes, está huesuda, con la ropa hecha jirones y con claros síntomas de volverse loca. Desesperada, le pide a Deb una última ayuda para superar su adicción a las drogas.
Adelanto oficial:
Deb ya conoce la rima. Lleva una década experimentando las recaídas, mentiras y manipulaciones de Molly. De los años que lleva asistiendo a grupos de apoyo a la drogadicción, ha aprendido que ante estas situaciones debe responder con mano fuerte y confianza en la fe, ya que sabe que bajar la guardia es sinónimo de promover este patrón.
Le dice a Molly que no puede ayudarla y saca fuerzas de donde no tiene para cerrar la puerta, dejando a su hija temblando en el porche. Sin embargo, los esfuerzos de Molly por demostrar su compromiso con la desintoxicación suavizan el escepticismo de su madre, tejiendo un hilo de esperanza en medio del caos. «Tal vez esta vez será diferente… o tal vez Deb simplemente no quiere darse por vencida».
La película lleva a los espectadores a una montaña rusa de emociones, donde confluyen el deber, el amor, la esperanza y la complejidad de las relaciones humanas, principalmente entre una madre y su hija.